Mojkovac-Dubrovnik
Dormimos en Kolasin, un pequeño pueblo en medio de un
zona de Sky y llena de actividades de montaña el resto del año, con una pequeña
zona comercial muy bonita y algunos edificios viejos de la época Soviética, de
aspecto abandonado, a los que no les encontré ningún sentido, el hotel donde
llegamos fue casi fantástico, y digo casi solo por la conexión a internet que
no tuvimos, como dice Andreas, tarifa de British Airwave con servicios de Easyjet o algo parecido, en todo caso
decepciona. Sin embargo, la habitación si estaba fantástica y el desayuno no me
decepcionó en lo absoluto. El lobby del hotel también es impresionante con sus
columnas anchísimas de troncos de arboles milenarios, y todos los acabados en
piedra, encantador.
Durante toda la noche había caído una tormenta
impresionante que se alargo hasta casi las 10 de la mañana, pero luego escampo,
y el día en general estuvo precioso. Al salir, pronto cruzamos Mojkovac que
resulto ser una pequeña ciudad sencilla pero ordenada y pulcra, la dejamos en
dirección al parque Nacional Durmitor y a los pocos kilómetros, mientras
circulábamos a un paso muy tranquilo nos paró la policía local alegando que
excedíamos la velocidad legal con lo que parecía un claro intento de sacarnos
dinero, al final solo quedo en el intento, pero mas adelante nos volverían a
parar, esta vez solo preguntaron a donde nos dirigíamos. Siguiendo nuestro
camino nos adentramos en los cañones del parque Durmitor, de una belleza
indescriptible, paramos muchas veces a tomar fotos y disfrutar del paisaje, y
nunca dejamos de repetir lo impresionante que nos parecía todo. Para dejar
atrás los cañones ascendimos sin parar por una de las mejores carreteras por la
que haya conducido nunca, con vistas increíbles y de asfalto impoluto, no
paramos hasta llegar arriba del todo y descubrir la meseta que coronaba la
montaña, sobre ella viajamos decenas de kilómetros sobre carreteras fantásticas
y prácticamente nuevas, solo paramos a comer en un restaurante Balcánico, que
me trajo gratos recuerdos de familia y de viajes anteriores y donde todo estaba
exquisito, continuamos camino pasando por el Parque Nacional Durmitor y con
algunas excursiones por tierra antes de empezar a bajar hacia Niksić, donde descansamos tomando café cerca de su plaza central.
Al reiniciar
nuestro camino decidimos acortar un poco la ruta, para no llegar tan tarde a
Dubrovnik y quitamos a Kotor de la lista, pero visitamos la bahía que lleva su
nombre a la que arribamos por una carretera en desuso hermosísima, con alguna
vaca en medio y con unas vistas inolvidables, como todo en Montenegro, este
hermoso país vale la pena visitarlo. Recorrimos toda la Bahía por la carretera
que transcurre al lado de la costa, los trasatlánticos nos pasaban a pocos
metros y las vistas durante todo el camino fueron inmejorables, cruzamos la
frontera con Croacia para llegar a la hora de la cena a Dubrovnik. Para mañana
esperamos mucha lluvia, por lo que aún no es seguro que podamos completar la
ruta prevista, ya veremos…
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